5 consejos para aumentar la productividad del teletrabajo

Vida Digital

La dificultad de separar lo profesional de lo personal, la falta de concentración o las distracciones y el poco rendimiento del tiempo, son algunos inconvenientes a los cuales se encuentran expuestos gran parte de los trabajadores que por diversas razones hoy en día se encuentran realizando teletrabajo o trabajo a distancia para poder combatir la crisis sanitaria en la que hoy nos vemos inmersos.

Sin embargo, para alcanzar mayor rendimiento laboral se necesita disciplina, concentración y poner en práctica los consejos descritos a continuación.

  1. Habilitar un espacio de trabajo

Establecer tu propio lugar de trabajo en un espacio acondicionado (con buena iluminación para trabajar) es sumamente importante, ya que la mente humana necesita percibir el cambio de entorno para aumentar la eficiencia. Poder discernir entre despertarse e iniciar la jornada de trabajo son claves. Incluso puedes aprovechar el hecho de estar en casa para crear la atmosfera que más te acomode para trabajar.

  1. Periodos de mayor rendimiento al día

Probablemente te hayas dado cuenta de que existen algunos momentos en el día en la cual eres más productivo o por lo contrario otros ratos en los que sencillamente todo te distrae y se hace más difícil mantener la atención.

Esto puede ser gracias a los ritmos ultradianos (que indica uno de los ciclos con los que trabaja nuestro cerebro, están relacionados a los lapsos de plena atención y de total dispersión). Según una publicación del 2019 aprobada por la Psicóloga Gema Sanchez Cuevas, gracias a los ritmos ultradianos (llamados por algunos como reloj interno) tenemos subidas y bajadas en nuestra productividad diaria, esto tiene lugar en ciclos de 90 a 120 minutos, dependiendo de la persona y el momento.

En este contexto, es de gran ayuda conocer tus ritmos internos para poder identificar cuáles son tus periodos más productivos del día y poder aprovecharlos al máximo. Para esto puedes probar con trabajar a diferentes horarios y verificar a qué hora del día te encuentras con más energía de trabajo y, asimismo, verificar en que momentos te sientes más agotado, o comienzas a trabajar con un ritmo más lento e incluso te distraes con mayor facilidad y por ende cometes más errores.

  1. Trazar objetivos diarios

La gestión del tiempo y el control de la acción de la tarea son esenciales para el éxito en todo trabajo.

Es recomendable que cada día antes de finalizar la jornada laboral crees una lista con las tareas a cumplir el día siguiente y con ello trazarte objetivos diarios e incluso semanales y mensuales; para esto es importante establecer y respetar los tiempos de duración de cada tarea. Un consejo que podría ayudar con el cumplimiento de tiempos es hacer uso de algunas alarmas.

  1. Organizar las tareas pendientes por nivel de importancia

El tiempo es uno de los recursos que no se recuperan, por ello se debe aprovechar al máximo. Una vez que se tenga claro las tareas a cumplir durante el día. Lo ideal es poder iniciar con las más importantes y que normalmente suelen llevar más tiempo de ejecución. Dejando las tareas más rutinarias que requieren menos intensidad y creatividad ya para la mitad o final de la jornada.

  1. Llevar a cabo una tarea a la vez

Según Ruth Elías, experta en selección y outplacement y directora de Human Resources Spain. “Un perfil productivo no es aquel que hace un gran número de cosas a la vez, sino la que optimiza sus procesos de trabajo y consigue finalizar sus objetivos a lo largo del día”.

Nadie puede realizar varias tareas al mismo tiempo, lo que si puede es alternar entre ellas y es precisamente esto lo que al final del día nos roba más tiempo y arruina nuestra productividad; debido a que, una vez que provocas una interrupción cerebral el regreso a la actividad anterior siempre toma más tiempo para reiniciarse, esto gracias a los olvidos y a la pérdida del hilo conductor. Algunos estudios han demostrado que la realización de varias tareas de forma simultaneas a menudo genera problemas con el tiempo que empleamos para completar nuestras actividades, aumenta el nivel de estrés y sin duda incrementa el número de errores que podemos cometer.

Y, por último, pero no menos importante realizar pequeños descansos durante toda nuestra jornada laboral. Algunas investigaciones indican que lo ideal es trabajar periodos de 52 minutos seguidos y luego descansar 17 minutos (también llamada regla del 52-17).